12 de octubre de 2012

Autobiografía I

Mi máxima aspiración en la vida es tener una página en Wikipedia, toda la gente importante está ahí. Así que, como estoy convencida de que lo conseguiré, voy a ir escribiendo mi biografía, ya que, si no me la sé yo, no sé quién se la va a saber.

Todo empezó en la década del grunge y del nacimiento de Internet. Unas Pascuas, un joven matrimonio se hallaba en un camping y, como ya llevaban tiempo pensando en traer una nueva persona al mundo, se pusieron a... a... bueno, ya os lo imagináis, no voy a describir cómo me concibieron mis padres. No quiero que paséis por lo mismo que yo.

Al final, la mujer se quedó embarazada y el ginecólogo predijo que su niña nacería aproximadamente por Reyes. Empezaron a hacer lo que hacen todos los padres primerizos: eliminar todos los objetos punzantes de la casa, comprar muchas cosas, pedir consejo a otros padres... y cómo no, elegir el nombre del bebé. Fue una decisión difícil.

Mamá: A tu madre le hubiera hecho tanta ilusión una niña... le podríamos poner su nombre.
Papá: ¿Pero y tu madre qué? ¿No se sentirá un poco mal si le ponemos el nombre de la otra abuela?
Mamá: Podríamos probar un nombre compuesto... Encarna Pilar.
Papá: ¿De verdad quieres que nuestra hija se llame Encarna Pilar?
Mamá: No, no... a ver, nombres bonitos... ¿Rebeca?
Papá: Nombre de jersey. ¿Vanessa?
Mamá: Nombre de choni (aunque por aquel entonces no dijo choni, pero ya se veía venir el tipo de nombre que era). ¿Azahar?
Papá: Muy difícil de escribir para la niña. ¿Andrea?
Mamá: Se lo puso mi amiga a su hija... ¿Victoria?
Papá: Entre tu familia y la mía ya hay unas cinco...

Y así con infinidad de nombres hasta que llegaron a Aju. Es un nombre bonito, normal, corto y universal, podría haber sido peor. Pero Aju no nacía. Entendedme, con lo bien que estaba yo en el útero materno, ¿cómo iba a querer salir fuera, con el frío que hace en Enero? Además, se acercaban las fiestas del pueblo y si hubiera nacido cuando me tocaba, a mi madre le hubiera dado tiempo a recuperarse y a llevarme a todas las procesiones para fardar de niña y a mí nunca me ha ido ese rollo. Pasaron dos semanas y mi madre ya estaba que se subía por las paredes, porque fui un feto un poco hijo de puta. Al final fue al hospital para que me sacaran a la fuerza, ya que yo no tenía muchas ganas de salir (y eso que en Enero aún no habían elegido a Aznar presidente). Soy cabezota desde que estaba en el vientre materno, así que el parto duró unas 12 horas (esto como mujer me horroriza) y por fin nací. Fui un bebé guapo. Recalco este hecho porque normalmente los bebés son feos cuando nacen, pero yo fui guapa. Fui.

Y hasta aquí mi nacimiento. No voy a escribirlo todo de golpe, la biografía de una eminencia requiere un tiempo que no tengo, estoy muy ocupada forrando mi carpeta con fotos de gatitos y yendo al parque con mis coleguis, cosas de famosos que no entenderíais. Y por último, recordad que os estoy haciendo un favor: cuando a vuestros hijos les manden en el cole hacer un trabajo sobre mí y busquen mi nombre en Google, esto será lo que les aparezca. De nada.

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Yo ya he hablado demasiado.