29 de abril de 2012

Por el amor de Dios

En los colegios católicos la religión es una asignatura obligatoria, dos veces por semana. Para una persona atea, las clases se pueden convertir en un verdadero infierno y más si el profesor no te deja escribir o dibujar mientras él explica. Por tanto, hay que buscar nuevas formas de entretenimiento.

1. Hacer preguntas. 
Que conste que estas preguntas no las hago para joder al profesor, que personalmente me cae bien, sino porque soy una persona curiosa. Y vale, porque me divierte que cambie de tema descaradamente cuando no conoce la respuesta.


-         Profe, tengo una duda.
-         Dime, Aju.
-         Jesús murió para que nosotros pudiéramos tener vida eterna, ¿no?
-         Exacto.
-         Entonces la gente que murió antes que Jesús, ha perdido su alma?
-         No, claro que no.
-         Entonces la muerte de Jesús no sirvió para nada. – aquí se empieza a poner nervioso.
-         ¡Claro que sirvió!
-         ¿Y para qué, si la gente que vivió antes de que él se sacrificara se llevo su alma “gratis”, por decirlo de alguna manera? ¿Cómo funciona eso? ¿El alma se espera miles de años hasta que llega Jesús a liberarla?
-         Para el examen del tema 6 solo irán las cuatro primeras páginas.


-         Profe, tengo una duda.
-         Dime, Aju.
-         Según el cristianismo todos somos hijos de Dios, ¿no?
-         Sí, claro.
-         ¿Entonces por qué se dice que Jesús era el único hijo de Dios? – aquí lo dejé tan desarmado que incluso me supo mal.
-         Pues… porque nosotros pasamos a ser hijos de Dios después del bautismo.
-         Ah… entonces somos “adoptados”, por decirlo de alguna manera.
-         El trabajo para el tercer trimestre consistirá en hacer un reportaje sobre un monasterio que yo os diré.


-         Profe, tengo una duda.
-         Dime, Aju.
-         Según el cristianismo, Dios está formado por el padre, el hijo y el espíritu santo, ¿no?
-         Exacto, la santísima trinidad.
-         Entonces, el padre y el hijo son la misma persona.
-         No.
-         Ah, Jesús no es Dios.
-         Sí, lo es.
-         ¿Y por qué Jesús decía que era el hijo de Dios y no Dios?
-         Porque no es Dios.
-         ¡Pues lo que yo te decía!
-         En el año 910 se formó la Orden de Cluny a partir de la orden benedictina.


2. Apretarse esos puntitos rojos que salen en la piel para ver cómo aparecen y desaparecen.

3. Hacer carreras de nubes.
Esta divertida actividad solo se podrá llevar a cabo los días en los que haya nubes y viento. Cada participante escogerá una nube y se llegará a un acuerdo para establecer la meta en un punto exacto. La nube ganadora será la que llegue antes a la meta.

4. Jugar al tres en raya.
Un clásico de las clases aburridas.

5. Hacer una partida masiva a "El Caco".
Este es el máximo del entretenimiento en clase, un sistema inventado por mí. Es un juego de cartas en el que participará toda la clase. Antes de entrar, a cada persona se le asignará un papel: habrá un par de cacos, un par de polis y un par de putas. El resto serán ciudadanos. El papel del caco consistirá en "matar" a los ciudadanos guiñándoles un ojo, el de la puta "salvarlos" con un beso y el del policía, pillar al caco. Este juego requiere mucha compenetración y organización, pero cuando sale bien es la polla.




Seguría escribiendo, pero estoy en clase de religión y el profesor acaba de decir que los monjes que viven en los monasterios contribuyen en gran medida a la sociedad por rezar por nosotros, así que...


       -   Profe, tengo una duda.